Recibir este contenido
Argentina. Buenos Aires
Caminatas históricas por Buenos Aires disponibles:
1) Puerto Madero:
Históricamente, una de las cuentas pendientes de Buenos Aires ha sido la integración del río a la ciudad. Paradójicamente, a pesar de la importancia que ha tenido en el desarrollo político y económico de nuestro país, la presencia del río en la ciudad ha sido casi nula hasta 1991, año en que se comenzó la construcción de Puerto Madero, que transformó 170 hectáreas de un viejo puerto abandonado en una suerte de distrito internacional. El proyecto comenzó con la recuperación de un área de silos y depósitos en los diques; en la actualidad, el barrio se ha expandido hasta la Costanera Sur y la Reserva Ecológica, y concentra las más ambiciosas inversiones en materia gastronómica, hotelera y residencial. Comenzamos nuestra visita en el sector de los diques, junto al río, donde admiramos los antiguos silos, de construcción inglesa. Luego, visitamos el Edificio de Aduanas, de arquitectura Beaux-Arts, de mediados del siglo XX, y el Edificio Libertador, uno de los primeros rascacielos del país y del continente, donde actualmente funciona el Ministerio de Defensa. Volviendo a los diques, visitamos la Fragata Sarmiento; en su interior hay un museo, que nos permitirá descubrir el funcionamiento de una auténtica fragata del siglo XIX. Acto seguido, admiramos la torre ultramoderna del diario La Nación, el principal periódico argentino, fundado por Bartolomé Mitre en 1870. Para apreciar el contraste, visitamos el Palacio de Correos, construido laboriosamente entre 1889 y 1928, por el prestigioso arquitecto francés Norbert Maillard.
2) Retiro y Recoleta:
A comienzos del siglo XX, la aristocracia agroganadera argentina vivía su momento de mayor pujanza; por entonces, París era de manera indiscutible el centro del mundo, y los aristócratas locales soñaban con competir con la Ciudad Luz, plasmando en el perfil urbano de Buenos Aires su opulencia económica, a imitación de la capital francesa, haciendo de Buenos Aires una verdadera metrópolis mundial. Nuestro punto de partida es la espléndida Plaza San Martín, ubicada en el corazón de la ciudad. Alrededor de la plaza observamos los espléndidos palacios de las familias Paz (actual Círculo Militar), Anchorena (donde hoy funciona el Ministerio de Relaciones Exteriores) y Haedo (un palacete neogótico, actual sede de la Administración de Parques Nacionales). A continuación, visitamos la Estación Retiro, de estilo academicista, inaugurada en 1915. Si bien el proyecto y los materiales provienen de Gran Bretaña, rivaliza en espíritu con las tradicionales gares ferroviarias parisinas. A continuación, recorremos la elegante calle Arroyo, que hace honor a su nombre con su serpenteante recorrido. Esta calle, además de algunos de los más espléndidos edificios de Buenos Aires, concentra las principales galerías de arte. Finalmente, recorremos la Avenida Alvear, una especie de versión a escala de los Champs Elysées parisinos. Allí, además de las boutiques de las grandes marcas internacionales, podremos observar suntuosos palacetes de arquitectura francesa, como el Palacio Ortíz Basualdo, actual embajada de Francia, y el Palacio Pereda, actual embajada de Brasil.
3) La Boca:
Podría decirse que La Boca es uno de los barrios más auténticos de Buenos Aires, uno de los que mejor ha logrado sustraerse a las sucesivas oleadas de modernización e internacionalización que han sacudido a la ciudad a partir de la década de 1990. Ciertamente, este barrio de impronta portuaria y popular, ha defendido con uñas y dientes su peculiar identidad, de la cual el fútbol y el tango, verdaderos íconos porteños, son componentes fundamentales. La arquitectura de este barrio nos llamará poderosamente la atención. Fundamentalmente, dos tipos de construcciones: las casas de chapa, construidas por los inmigrantes con materiales de descarte hallados en el puerto, y luego pintados con las pinturas sobrantes de los astilleros; y los típicos conventillos, viviendas comunales en que vivían en la miseria y en el hacinamiento numerosas familias. Otro de los íconos del barrio es el estadio Alberto J. Armando, conocido popularmente como La Bombonera: se trata del estadio de Boca Juniors, el principal equipo de fútbol del país, y cuna futbolística de Diego Armando Maradona, uno de los grandes ídolos populares argentinos. Además, visitamos la mítica calle Caminito, un verdadero museo a cielo abierto dedicado al tango y al fútbol. Finalmente, visitamos el Museo Quinquela Martín, donado por el propio artista en 1933 para instalar una escuela primaria, un museo y su propia vivienda y taller. Allí descubriremos su fascinante obra, signada por una vida muy intensa y un fuerte compromiso social.