Cuando el ruido de la ciudad lo agobie y necesite un día de relax, La Bamba de Areco le ofrece un día de campo con toda la paz que nos da el estar fuera de la gran ciudad. Pocos lugares se encuentran a tan solo 120km. de Buenos Aires y la Bamba de Areco les brinda la posibilidad de desconectarse por unas horas de la ruidosa ciudad, haciendo honor a su nombre de origen celta que significa un “lugar de reposo”. Cronograma de actividades: • 11.30 hs: bienvenida con una copa de vino, empanadas y choripán (otras opciones, cervezas, gaseosa, jugo) • 13.30 hs: Asado Criollo. Distintos tipos de carnes a las brasas como: vacio, lomo, colita de cuadril, pollo con una gran variedad de ensaladas gourmet. Los postres y el almuerzo incluyen todas las bebidas con y sin alcohol. • 15.00 hs: seguido al almuerzo los huéspedes son invitados a realizar cabalgatas por las 150 hs, bordear el Rio Areco, andar en bicicleta o bien sentarse y relajarse al costado de la pileta en cómodas reposeras. • 17.00 hs: tradicional Té inglés con tortas, scons y medialunas acompañadas con mermeladas caseras • 18.00 hs: fin del día de campo.

La excursión se inicia con un traslado hasta Puerto Pañuelo, ubicado a 25 km del centro de la ciudad frente al Llao Llao. Iniciamos una navegación de 35 minutos hasta arribar a Puerto Anchorena, situado en la zona central y más angosta de la Isla Victoria. Existen distintas opciones de caminatas guiadas o libres por senderos demarcados. Cada rincón de la isla con sus maravillosos paisajes, su riquísima historia y su impactante ambiente natural, convierten a este paseo en una experiencia para disfrutar a pleno. La excursión continúa realizando una segunda navegación hasta la Península de Quetrihué donde está ubicado el otro gran atractivo del paseo: el Parque Nacional Los Arrayanes, donde se realiza un paseo de 25 minutos para observar magníficos ejemplares de esta especie, de llamativa corteza y alturas que superan los 15 metros. Se retorna a Puerto Pañuelo en una última navegación de 50 minutos para encontrarnos con el traslado que nos devolverá a la ciudad de Bariloche.

Los Glaciares del Cerro Mayo y Cerro Negro se ubican dentro de Seno Mayo del Lago Argentino y del Parque Nacional Los Glaciares, la única manera de acceder a ellos es por vía lacustre. Bahía Toro: partiendo de Puerto Argentino o Puerto Moreno, navegamos por el Canal de los Témpanos hasta ingresar al Seno Mayo del Lago Argentino y desembarcaremos en Bahía Toro. Acompañados por un guía realizaremos una caminata interpretativa a través del Bosque Andino Patagónico compuesto por guindos, canelos, lengas y ñires hasta llegar a un ejemplar de guindo centenario que presenta un tronco más de tres metros de diámetro. A continuación atravesaremos el bosque hasta llegar a un arroyo que es alimentado por una cascada (producto de un derrumbe) y desde donde se puede observar una formación de rocas calcáreas cuya empalizada mide unos 180 metros de alto y 100 de ancho aproximadamente. Permaneceremos en este sitio hasta regresar al barco que nos trasladará a nuestro próximo destino. Cerro Negro: partiendo de Bahía Toro continuamos navegando por el Seno Mayo del Lago Argentino donde se observan los Glaciares del Cerro Mayo y el Glaciar colgante del Cerro Negro. Desembarcaremos y acompañados por un guía se inicia una caminata de aproximadamente 1 km internándonos dentro del Bosque Andino Patagónico, siguiendo la traza de un arroyo que nos guiará hasta la pared de piedra desde donde se observará el Glaciar Colgante con vistas de 360º de un paisaje asombroso. Permaneceremos un tiempo en este sitio antes de regresar al barco que nos trasladará hasta la pared norte del Glaciar Perito Moreno. Desembarcaremos en el Muelle Flotante de Puerto Moreno (al pie de las pasarelas), para recorrer las mismas y de acuerdo al itinerario de cada pasajero regresar a la Ciudad de El Calafate. Salidas diarias, sujetas a posibles modificaciones.

El primer punto estratégico en la recorrida por el Parque Nacional Los Alerces es la Villa Futalaufquen, que se encuentra a 50 kilómetros de Esquel y limita al Oeste con la majestuosa Cordillera de los Andes. Ocupa una superficie total de 263.000 hectáreas que lo ubican cuarto en tamaño entre los parques nacionales de Argentina. Su cercanía a la cordillera permite el desarrollo de un tupido bosque Andino Patagónico y en la zona de mayores precipitaciones crece una selva valdiviana donde se destaca el Alerce o Lahuan. Este árbol milenario, es de crecimiento lento y sus ejemplares pueden vivir entre 3000 y 4000 años de edad y medir mas de 70 metrosde altura. Se visitan además el Museo de Interpretación, Pinturas Rupestres –a 2,5 km de Villa Futalaufquen-, Hotel Futalaufquen y Puerto Limonao.Continuamos hacia el norte para ver la cascada Irigoyen y luego bordeamos el lago Futalaufquen; podremos ver el río Arrayanes que nace en el lago Verde, cruzar un puente y caminar aproximadamente 1 hora entre el bosque patagónico y la selva valdiviana. Aquí tendremos tiempo para almorzar (no icnluido) antes de emprender el regreso a Esquel, pasando por Trevelin.

El Parque Nacional Los Alerces -creado en 1937- es uno de los más importantes del país por la incomparable belleza de sus bosques, ofreciendo diferentes recorridos y servicios que permiten experimentarlo de diversas formas. Ubicado a 35 kilómetros de Trevelin y a 50 kilómetros de Esquel, posee una superficie de 263.000 hectáreas. Su cercanía a la cordillera permite el desarrollo de un tupido bosque Andino Patagónico, aunque en la zona de mayores precipitaciones crece una selva valdiviana donde se destaca el Alerce o “Lahuan”: de muy lento crecimiento, sus ejemplares pueden vivir entre 3000 y 4000 años de edad y medir hasta 60 metros de altura. El Museo Leleque está ubicado en el ingreso a la localidad de Cholila (“valle hermoso”) aquí se exhiben 13 mil años de historia patagónica: desde el ingreso de los pueblos originarios, los hallazgos arqueológicos, sus pinturas y grabados rupestres. Esos objetos que pasaron de generación en generación, representan el paso del tiempo en una región con una fuerte identidad cultural propia.

Puerto Madryn es uno de los mejores lugares del mundo para la observación de ballenas. La morfología de la Patagonia ofrece aguas tranquilas y protegidas, donde estos mamíferos gigantes han elegido dar a luz a sus crías y aparearse (como también lo hacen otras especies), convirtiendo este Patrimonio Mundial en una gran nursery. Puerto Pirámides es el lugar indiscutible para observar el comportamiento curioso y amigable de estos animales a bordo de barcos especiales. El pueblo está situado dentro de la península Valdés y el único lugar donde están disponibles los viajes en barco para ver a las ballenas. La duración de la navegación es de 1,5 horas y lo habitual es tomar el tour de día completo de Península Valdés (desde Puerto Madryn) y añadir una parada en Puerto Pirámides para realizar este paseo opcional. El almuerzo es opcional.

Salida desde Puerto Madryn; tras recorrer 70 km de estepa patagónica llegamos al extremo sur de la boca del Golfo Nuevo donde se encuentra el faro de Punta Ninfas, valioso referente para los navegantes que ingresan a dicho golfo. En las playas que rodean a Punta Ninfas podemos ver los apostaderos de reproducción de elefantes y lobos marinos. Continuamos luego hacia El Pedral, un auténtico casco de estancia patagónica construido a principios del siglo XX. Los materiales y el mobiliario fueron traídos de Europa en barco y desembarcados en las costas de la propia estancia. Luego nos dirigimos hacia la colonia de pingüinos de Magallanes establecida en las costas de El Pedral, a poca distancia de la casa. Un recorrido guiado entre sus nidos nos posibilita conocer mejor a estos curiosos animales. En verano recomendamos una gorra y lentes de sol, así como llevar una botella de agua. Al mediodía se almuerza en la estancia: cordero al asador con variedad de ensaladas, postre y café (incluye bebidas y vino de la casa). Por la tarde se puede disfrutar de la pileta y la cancha de bochas, así como realizar caminatas por los alrededores de la propiedad o tomar un té/café, antes de emprender el regreso al hotel.

Temprano por la mañana nos dirigimos a la Península Valdés. En el ingreso se abona la entrada a área Patrimonio de la Humanidad, luego llegamos al Istmo Ameghino y paramos en el Centro de Interpretación. Continuamos hacia Puerto Pirámides donde (entre junio y diciembre) podremos embarcar para realizar el avistaje de Ballenas Francas (opcional). Continuamos con una visita a la lobería de Punta Pirámides. Luego partimos hacia Caleta Valdés donde tendremos tiempo para almorzar (opcional) y veremos un asentamiento de elefantes marinos. Pasaremos por una pingüinera en formación, donde (entre septiembre y abril) tendremos la oportunidad de ver algunos ejemplares de la especie “Magallanes” desde lo alto de un acantilado. Durante el recorrido podremos observar la fauna terrestre característica (maras, choiques, guanacos, piches) y diferentes aves. En caso de no haber podido hacer la navegación de avistaje la mañana por causa del viento, haremos un nuevo intento en Puerto Pirámides. Emprendemos el regreso a última hora de la tarde.

El Área Natural Protegida Punta Tombo alberga cada año, entre los meses de septiembre y abril, a la mayor colonia continental de pingüinos de Magallanes del mundo. Ubicada a orillas del Océano Atlántico, rodeada de estancias dedicadas a la producción lanera, es el sitio elegido por los pingüinos para reproducirse. Frente al mar, medio millón de pingüinos cuidan sus nidos de los depredadores, buscan comida (pequeños peces, anchoitas y calamares) para sus pichones, llenan el aire con sus graznidos y manchan el paisaje de blanco y negro. Los mejores momentos para observarlos son la mañana y el atardecer, cuando no hace tanto calor y los pingüinos acrecientan su actividad. Para llegar a Punta Tombo hay que recorrer cerca de 180 km hacia el sur; la ruta de acceso está en su mayor parte asfaltada, con un tramo de 20 km de ripio al final del trayecto, en el ingreso al Área Natural. Salida por la mañana; ingreso a la reserva para transitar cerca de los nidos. Desde un acantilado se observará el gran número de pingüinos que se encuentran sobre la playa. Regresando por la tarde pequeño City tour por la Ciudad de Trelew ("pueblo de Lewis" en galés, Lewis Jones fue uno de los pioneros que llegaron a estas lejanas tierras a finales del siglo XIX). Parada en el Museo Paleontológico E.Feruglio conocido como MEF (entrada opcional). Luego se continúa hacia la Colonia de Gaiman, donde se podrá degustar el exquisito Te Gales (opcional). Arribo a última hora de la tarde a Puerto Madryn.

Comienza con la llegada al Pueblito de Purmamarca para observar el Cerro de los Siete Colores, la Iglesia y el Mercado Artesanal de la plaza. Paso por la Posta de Hornillos, continuando hacia el pueblo de Tilcara donde se visita el Pucará y el Museo Arqueológico, Continua hacia Huacalera, paso del Trópico de Capricornio, desde donde se pueden ver los colores del cerro llamado la Pollera de la Colla. Visita a la Iglesia de Uquía, donde se encuentran las pinturas de los Ángeles Arcabuceros (vestigio importante en la zona de la escuela Cuzqueña). Arribo a Humahuaca con su importante Catedral y el Monumento a la Independencia (El Indio) del escultor Soto Avendaño. Regreso después del almuerzo (no incluido) para observar desde la ruta la Paleta del Pintor que enmarca el pueblo de Maimara. Regreso a Salta.

Saliendo desde Tilcara por la tarde recorremos los 42 km que nos separan de Humahuaca. Una vez allí nos dirigimos hacia el este por ruta provincial 73, que nos introduce en los valles de cultivo de Coctaca. Se realiza una parada para degustar un té de coca regional y luego retomamos el camino en subida hacia los 4.200 m.s.n.m. donde podremos disfrutar de excelentes vistas del Cerro multicolor de la Serranía del Hornocal. Hermosas panorámicas donde podremos apreciar y entender la geografía de toda la región de la Quebrada de Humahuaca. Un atractivo único que merece ser visitado.

Parque das Aves es un centro de rescate y conservación de aves reconocido internacionalmente, ubicado en medio de la rica y exuberante Selva Atlántica, vecina del Parque Nacional Iguazú. Ofrece la oportunidad de vivir los bastidores del trabajo de recuperación y conservación durante una visita 1.30 hs. Incluye el acceso a algunas zonas restringidas y también proporciona la oportunidad privilegiada de tener un contacto directo con algunas aves, además de alimentar tucanes, flamencos, turpiales entre otros. La visita incluye Baby Station (para conocer un pichón y entender cómo funciona la sala de incubación), entrenamiento Psittacine (se aprende sobre la importancia de entrenar a las aves) y alimentación de tucanes (conjuntamente con el equipo técnico) El final de la experiencia es en una terraza al aire libre en medio de un jardín de mariposas donde se podrá interactuar con un guacamayo y conocer a una boa constrictora, mientras se disfruta de bebidas y frutas de estación. Dado que el bienestar animal es la prioridad absoluta, el contenido del tour puede variar sin previo aviso.